Un centenar de ciudadanos lorquinos ha decidido empadronarse este año en Águilas
La decisión no ha sido tomada de manera casual, ya que muchos de ellos seguirán ocupando su segunda residencia hasta que no se finalicen las obras de sus domicilios en Lorca
Cuando un cuidadano decide empadronarse en una nueva ciudad, toma la decisión promovido por la necesidad de disfrutar de una serie de servicios públicos. A partir del pasado 11-M fueron muchos los lorquinos que tuvieron que abandonar sus casas tras los seísmos acontecidos en la cuidad vecina.
Muchos de ellos hubieron de escolarizar a sus hijos en centros educativos de Águilas con la intención de que los pequeños pudieran terminar satisfactoriamente su curso escolar.
Algunos otros, de edad avanzada, necesitaron urgentemente que se les asignara un médico de cabecera, gracias al cual pudieran continuar obteniendo las recetas de los medicamentos que necesitaran.
La tragedia ha alcanzado una fase probablemente mucho mayor de la que nadie imaginaba, que quizás sólo los damnificados sean capaces, algún día, de poder definir mediante la tranmisión de su experiencia.
Pero la cuestión es que muchos de los lorquinos establecidos temporalmente en Águilas han tomado la decisión de empadronarse en esta localidad, por motivos varios, pero de cara a cubrir una serie de necesidades en cuanto a servicios públicos.
Desde el funcionariado del Ayuntamiento de Águilas en materia de Catastro estiman que son al menos 100 los lorquinos que desde mayo se han empadronado en el municipio. Teniendo en cuenta que, habitantes de Lorca instalados hay muchos más, pero para la mayoría podría resultar contraproducente el hecho de empadronarse fuera de Lorca, ya que para recibir las ayudas es necesario seguir estando empadronado allí.
También nos informaron funcionarios del Ayuntamiento de Águilas que, aunque en ningún momento haya habido un movimiento masificado, sí que es verdad que durante el mes de junio en Águilas se escolarizaron a unos 35 niños de Lorca.
En cualquier caso ya sea para poder tener una médico de cabecera, para poder escolarizar a un niño o para poder disfrutar de una normalidad, Águilas acoge con los brazos abiertos a sus vecinos lorquinos.
