Falta de limpieza de las ramblas de La Marina de Cope ante la amenaza de «la gota fría»

La responsabilidad de mantener en buen estado las ramblas de esta pedanía es de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS)
Las condiciones orográficas de la localidad, rodeada de ramblas propias de un medio árido, desembocando parte de ellas en el casco urbano, conlleva que Águilas sea una zona de alto riesgo ante la amenaza de lluvias torrenciales, como ya sucedió en agosto de 2010.

Las imágenes muestran la suciedad y el estrechamiento del cauce ilegal por superficies agrícolas en unas imágenes actuales. Las otras fotografías corresponden a los efectos de las inundaciones del pasado año. ↓

Estamos en une época donde se suele dar el fenómeno conocido como “la gota fría”. En las ramblas adyacentes al casco urbano se han llevado a cabo, por parte del Ayuntamiento y la Comunidad Autónoma, diferentes tareas para la limpieza y adecuación de ramblas. En cambio, el peligro se presenta en las ramblas situadas en las zonas más alejadas de la localidad como son, por ejemplo, las de Marina de Cope, una pedanía donde los cauces presentan un aspecto lamentable con plásticos, matorrales y desechos agrícolas.

La obligación de mantener estas ramblas -así como realizar, si fuera necesario, las pertinentes denuncias- recae en la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), entidad dependiente del gobierno Central que realiza planes anuales de protección de ramblas, cuyo objetivo es recuperar y mantener las condiciones hidráulicas de los principales cauces de la cuenca de forma que puedan drenarse con las debidas garantías y seguridad caudales elevados.

En la misma línea, y este es el mayor problema que presentan estas ramblas, es que en su gran mayoría presentan su cauce modificado o estrechado en muchos de sus puntos. Al respecto, un vecino de esta pedanía apuntaba a este redacción que » la Rambla de la Peñarrubia hace no tantos años era ancha, como un campo de fútbol, con muchas higueras y donde el agua campaba a sus anchas. Ahora, es una rambla peligrosa poco más ancha que un camino, porque a sus lados realizan plantaciones de lechugas o sandías». El año pasado la rambla siguió su cauce natural llevándose tuberías, cabezales de riego y desechos e instalaciones agrícolas que, con la ley en la mano, jamás se podrían haber construido. Este año, si vuelen a darse lluvias torrenciales volverá a pasar; de nuevo, plásticos y desechos agrícolas volverán a llegar al litoral, a las playas de Cope.

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