Papa Noel reparte ilusión en Águilas
Después de un año de espera, el legendario Papá Noel visitó ayer la localidad para sembrar la alegría y la ilusión en el corazón de los miles de niños que esperaban ansiosos su llegada. Así, alrededor de las siete de la tarde, las principales calles aguileñas se vieron abarrotadas al paso del gigantesco trineo que portaba al mago lapón, acompañado por su tradicional séquito, formado por simpáticos renos y diferentes cuerpos de baile que este año estrenaban vestuario para recibir a tan ilustre visita.
Durante todo el recorrido, el entrañable personaje no dejó de saludar a los miles de niños que, acompañados de sus padres y familiares, se concentraban en las calles. Para hacer más dulce la espera del momento en el que poder encontrarse cara a cara con él, desde su trineo lanzaba miles de caramelos que los pequeños recibían con ilusión.
Una vez llegado a las puertas del Ayuntamiento, Papá Noel, como viene siendo habitual, fue recibido por el primer edil.
El alcalde se convertía entonces en el primer emisario infantil del festejo, trasmitiendo a los pequeños palabras de esperanza, “puesto que estoy seguro de que vuestro comportamiento a lo largo del año ha sido bueno, me he encargado personalmente de dar vuestras direcciones a Papá Noel para que mañana os deje muchos regalos”, dijo Ramírez.
Después del caluroso recibimiento, y una vez en el escenario, instalado para tal fin, el entrañable personaje tomó posesión de su trono para dar paso inmediatamente a la actuación de los cuerpos de baile, que, como en años anteriores, quisieron agasajar a Santa con un magnífico espectáculo durante el que no cesó de caer nieve desde el cielo de Águilas. Niñas nevadas, simpáticos y menudos renos y chicas Noel desplegaron todo su atractivo sobre el escenario ante la mirada atónita de todos los pequeños que no dejaron, ni un solo momento, de corear el nombre del entrañable personaje llegado desde Laponia.
La noche de magia e ilusión finalizaba con la entrega individualizada de las cartas a Papá Noel por parte de los pequeños, quienes esperaban su turno en largas filas.
A la vez que hacían entrega de sus peticiones, los párvulos asistentes eran también obsequiados con regalos extraídos de la prodigiosa saca. De esta manera, una Navidad más, la ilusión se presenta como la principal protagonista junto a los niños, quienes se hallan en la mayor de las disposiciones para aceptar este tiempo mágico. Por ello, todos dejaron sus deseos en manos de ese “experto” en el asunto, con la total seguridad de que sus esperanzas se iban a hacer realidad.
Ahora hay que esperar la otra gran cita de la Navidad: los Reyes Magos, que ya están en camino.
