Lo más dulce de la Navidad

Si hay una fecha en la que la repostería alcanza su mayor protagonismo ésa es, sin duda, la Navidad. Una festividad en la que la tradición se refleja a través de los sabores de los dulces que para unos día tan señalados elaboran manos expertas siguiendo antiguas recetas que se transmiten de padres a hijos y cuya preparación continúa siendo en sí misma todo un acontecimiento.

Toñas de Pascua, alfajores de almendra, cacahuete y miel, mazapán de patata, polvorones, almendrados, pastelillos de cabello de ángel, mantecados, rollos de anís, naranja y huevo, cordiales o mostachones son algunas de las ricas delicias que desde primera hora de la mañana elaboran las pastelerías y hornos para cubrir la gran demanda existente.“Ya a inicios del mes de diciembre, los aguileños empiezan a adquirir pequeñas cantidades para probar y decidir después con cuáles elaborar las bandejas que no faltan en ningún hogar”, aseguran en las distintas pastelerías de la localidad.
Unos dulces en los que destaca el sabor natural y de siempre, resultado de una esmerada selección de materias primas y una elaboración artesana en la que la paciencia y la alta dosis de cariño debe estar siempre presente en todas las recetas empleadas.
En cuanto a los ingredientes, la almendra es, sin lugar a dudas, la protagonista de todos estos manjares, de entre los que destacan, en el caso de Águilas, las tradicionales tortas o toñas de Pascuas, presentes en todos los hogares y que se caracterizan, principalmente, por su larga caducidad pues, apunta Mateo Pérez, tercera generación de panaderos de Mariquita La del Pan, se trata de un producto que gana en sabor con el paso de los días. “Las toñas son un producto muy demandado por ser, quizás, uno de los más fieles al sabor de siempre. En nuestro caso, la receta sigue siendo la misma que ya elaboraban mis abuelos, su sabor no ha cambiado con el paso de los años y eso es algo que nuestros clientes aprecian mucho”, asegura Pérez.
También la Confitería Enrique elabora con esmero los dulces más típicos y tradicionales. Desde 1987 esta pastelería, la más antigua de Águilas, ofrece deliciosos manjares, presentes en todas las mesas de la localidad; entre ellos destaca el Pan de España que, elaborado a base de cacahuete y con un baño de azúcar líquida, hace las delicias de los paladares más exigentes.
Tampoco se pueden pasar por alto los deliciosos dulces de las Pastelería Melenchón que con esmero, y respetando la tradición y las recetas artesanas, elabora cada año un gran surtido de dulces. Junto a estos sabores, con la llegada de Sus Majestades de Oriente llegan también otras delicias como el roscón o las deliciosas tortadas de Reyes, de pequeño tamaño y adornadas con una pluma de color.
En definitiva, una dulce tradición que viene a completar el importante simbolismo que envuelve a unas fechas tan especiales como son las Navidades y en las que el ambiente se impregna de los agradables aromas de la almendra, el bergamoto, la naranja y el limón.

PRESENTES EN TODAS LAS MESAS

Turrones y chocolates. El turrón es otro de los productos de la Navidad. En este sentido la pastelería Kati, ubicada en la pedanía aguileña de Calabardina, destaca por su exquisita variedad. Esta empresa familiar que desde 1.959 está dedicada al mundo de la pastelería encuentra en los dulces navideños y en los turrones su especialidad para deleitar a todos sus clientes con exquisitos y variados sabores.

Materias primas. La calidad de la materias prima utilizada para elaborar los dulces de Navidad es uno de los secretos de su inigualable sabor. Entre los ingredientes presentes en la mayor parte de estas exquisiteces destaca la almendra, imprescindible a la hora de elaborar, por ejemplo, alfajores, toñas de Pascua o mazapanes, y también las bebidas espirituosas, como los licores y el anís.

Recetas tradicionales. Los dulces que para unos día tan señalados elaboran las expertas manos de pasteleros y panaderos aguileños siguen antiguas recetas, transmitidas, en su mayoría, de padres a hijos. Se trata de productos con una elaboración artesana en la que la paciencia y la alta dosis de cariño debe estar siempre presente en todas las recetas empleadas.