Cuando no puede ser

Cuando no puede ser , no puede ser. Una máxima como la copa de un pino.

Y es que parece que por fin los cuatro ciudadanos que todavía pensaban que los criminales vascos estaban detrás de las bombas en los trenes, se van a caer del burro ( como se le caían los aviones al cartagenero Trillo ) y se van a dar cuenta con el juicio a los veintitantos chalados islamistas que era cosa de criminales integristas y también que era cosa de aplicarnos un castigo por meternos en una guerra artificial y soberbia, lejana y tendenciosa inventada por un loco y jaleada por dos palmeros.

Por otro lado, el ministro nuevo ha llegado apretando; el ministro de justicia que más temían unos cuantos ha llegado sobrado : ha dejado sentados en su sitio a los perros guardianes de la oposición, a Acebes y a Zaplana, que se lo curran para intentar llegar a ministros de nuevo. A pesar de que sus victorias pasadas no son para cantarlas muy alto.

Pero en la semana de lo confuso, donde todo parece lo que no es y los que querían ser de otro modo, ahora alcanzan sus objetivos, en esta semana de carnaval, todo vale.

Al final, pasará como en la película “ Bienvenido, mister Marshall”, que una vez pasada la caravana que ni siquiera para en el pueblo, todo vuelve a la normalidad, todos los que habían pedido algo acaban resignándose que lo que uno no se merece, al final no lo consigue.

Pero en carnaval o no, oye, es que hay quien no aprende ni a tortas, ni a fuerza de cartera. Conocí tiempo ha a alguien que ni un curso de protocolo de algunos meses y muchos más de billetes, en una conocida y eclesial institución pudo conseguir pulir ni un ápice. Parece que cuanto uno más y más mal se aplica más le sale lo de dentro, que no son ganas de agradar, desde luego. Muchas veces uno empieza a revisar aquello de lo que carece y, una vez asumido, se pone al trabajo , pero no siempre por pagar un montón de pasta llega la matricula de honor, que hay que currárselo un poquito, en las aulas y en las calles, una vez que se baja desde la estratosfera, querida de los diez duros.

Es tontería, cuando no hay maderas nobles, no sale un buen mueble.

Esta lamentable historia viene bien ahora, que estamos acabando la fiesta de lo confuso, de lo inverso, de los deseos que hemos reprimido más de trescientos días y que esperan ser sacados al aire una semanita nada más. Poco es para muchas represiones que necesitan más semanas para soltarse el pelo.

Pero como tenemos buena capacidad de síntesis, nos vamos apañando. También ha habido muchas críticas veladas durante meses, especialmente en el foro digital de este periódico , que ahora han salido a la calle, a borbotones, en forma de disfraces o en forma de canciones ; he oído que ni la murga va a dejar títere con cabeza este año.

La veremos ……si es que cabemos en la Casa de la Cultura Paco Rabal el viernes.

La parte procaz, la sorna ( que decía otra pava ) es la que sale con más ímpetu, la que se guarda hasta estos momentos. Y es que parece que además de gula hay bula. Son once meses archivando declaraciones y hechos para organizarlos con música pegadiza en ingeniosas letras que divierten hasta al objeto de las críticas. Si se tiene aguante.

Que según qué pueblos, lo del aguante lo llevan muy mal , como en ese pueblo de la Jacetania, donde el candidato se ha cargado al alcalde porque lo tenía muy quemado ; joder qué pronto más malo. Podría haber esperado a las elecciones que están al caer y allí dar el espectáculo. Pero no, él lo ha dado sólo con dos espectadores y uno ya no puede comentarlo. No sé dónde le vio la gracia.

Pero aquí somos diferentes, en el sur, la tolerancia es mucho más amplia y la indolencia mayor. Y si no , a los resultados.

Esta web utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de usuario. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pincha el enlace para más información.

ACEPTAR
Aviso de cookies