¿A qué juega el Águilas?

El Alfaro, situado en la zona roja de la tabla, llegó al Rubial con 4 juveniles, una plantilla de 15 jugadores, e incluso sin la segunda equipación, teniendo que jugar con la tercera, y amarilla, indumentaria de los aguileños. Contra pronóstico, se llevaron la victoria y la ovación de la afición aguileña.

A priori el partido estaba ganado para los de casa, más aún cuando a los 20 segundos, Rufino adelantaba a su equipo. Pero se trató, sin duda, de todo un espejismo, ya que un grupo de jóvenes empezaron a comerse literalmente a los aguileños; bien posicionados en defensa y con ilusión y alegría en su juego, su recompensa no llegó hasta el minuto 41, con el empate, gracias a un surdazo de Gerica.
Con el marcador igualado, arrancaba la segunda parte, donde los riojanos volvieron a mostrarse ordenados, frenando las ocasones de Rufino, Navarro y David Franch principalmente. Asimismo, hicieron escuela en el contragolpe y pronto se adelantarían en el marcador, ante la indignación de una afición que ya los empezaba a ovacionar, al tiempo que pedían la dimisión del presidente, Antonio Vicente.
Con 1-2 en el marcador, los riojanos volverían a poner otro tanto en su casillero gracias a una buena jugada de Guembe, en el minuto 76, que llevó su equipo a crecerse y a dominar el partido.
Cuando faltaban siete minutos, Rufino ac ortaba distancias, dejando el resultado con un 2-3.

Crisis en el equipo
Más allá del mal juego del equipo, buena parte de la actual plantilla –que, por cierto, lleva ya dos mensualidades sin cobrar- estudia su marcha del equipo, al ver que en los próximos meses no podrán percibir su nómina. El club podría haber garantizado los cobros, pero sólo hasta febrero, siendo una total incógnita el futuro del equipo a partir de ese mes. Sobre todo, cabe destacar que jugadores clave como David Franch o Teo ya han llegado a un acuerdo con el Águilas C.F para resscindir sus contratos.
Ante esta situación, lo razonable es que el actual entrenador, Antonio Vicente, presente su dimisión en los próximos días, ante la imposibilidad manifiesta de poder dirigir un barco a la deriva, que es en lo que se puede convertir el conjunto albiazul.