Cientos de caravanas «campan a sus anchas» en el litoral aguileño

Pasearse las mañanas de invierno por las playas del Arroz, de la Carolina o la Higuerica a solas es un placer que desde hace algún tiempo es imposible practicar debido a la multitud de caravanas que acampan libremente por nuestras costas de manera ilegal.

Los empresarios de los campings de Águilas han denunciado en diferentes ocasiones tales hechos puesto que es una práctica que afecta a la imagen del pueblo y a la sucidad del entorno. Sin embargo, a pesar de que existe una ley para regular la acampada salvaje, dicha ley es tan ambigua que resulta difícil su aplicación.
Desde el Consistorio apelan “que no recae en ellos tal competencia sino que es el propio cuerpo de la Benemérita el que debe organizar el control de playas”. En efecto, pero desde Delegación de Gobierno no parecen estar muy interesados en solucionar este problema y permiten, al menos en Águilas, el alojamiento en primera línea a coste cero.
Según la ley, está prohibido acampar en grupos de más de tres vehículos en una zona ubicada a menos de cinco kilómetros de un camping. Sin embargo, la ley sí permite estacionar caravanas por un período de tres días pero sin bajar ningún tipo de enser del vehículo. Rebasado tal período el excursionista deberá marcharse del lugar.