El coronavirus provoca la mayor caída de contaminación jamás vista en Europa
Ante las medidas restrictivas de movimiento por el coronavirus se pueden observar unos cielos azules y libres de contaminación
No todo iba a ser negativo durante el confinamiento que está sufriendo el mundo entero, y es que una de las pocas cosas positivas que está dejando el coronavirus a los españoles y al resto de europeos son unos cielos azules y libres de contaminación. Es el efecto de las restricciones de movimiento decretadas por los gobiernos europeos ante el coronavirus que ahora también se puede observar desde el espacio.
Las imágenes tomadas a más de 800 kilómetros de la superficie terrestre por el satélite de la Agencia Espacial Europea (ESA) Sentinel 5 durante los últimos días muestran un drástico descenso de la contaminación en buena parte de Europa.
Las imágenes del satélite muestran la concentración de dióxido de nitrógeno en Europa del 14 al 25 de marzo comparada con la media de marzo del año anterior. La caída a nivel visual es espectacular en Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia.
La principal fuente de las altas concentraciones de este gas es el uso de combustibles fósiles en el transporte, la industria y la calefacción. Este gas aumenta la concentración de ozono troposférico, un gas de efecto invernadero que fomenta el calentamiento del planeta.
“Nunca habíamos visto algo así en Europa”, confiesa Claus Zehner, jefe de la misión Copérnico Sentinel 5-P. El satélite que ha hecho las observaciones se lanzó en 2017 y comenzó operar en abril de 2018, pero antes había dispositivos similares capaces de medir las concentraciones de este gas contaminante. “Lo único comparable fue la drástica reducción que vimos en Pekín durante los Juegos Olímpicos de 2008, cuando las autoridades cerraron la ciudad al tráfico y pararon las centrales térmicas de carbón”, resalta.
Agencia ESA