¿Y LA RESPONSABILIDAD PARA CUÁNDO?
Es de sobra conocido por todos, dada su popularidad que no su ejercicio de responsabilidad, que algunos de los deportistas más famosos, y sobre todo en nuestro país, de los futbolistas, hacen publicidad de casas de juego online, e invitan, por así decirlo, a sus jóvenes seguidores y no tan jóvenes a apostar en las mismas. Una clara incitación a ludopatía.
Quien ve esos anuncios, como digo mucha gente joven, acaba creyendo que es lo normal, y que es algo sin importancia. Al fin y al cabo lo avala y lo recomienda su ídolo, ¿cómo puede ser malo, o causar problemas?
Pues bien, no deja de ser una forma sutil, a veces burda, de incitar a los incautos aficionados o admiradores a perder su dinero en esos mismos casinos virtuales, a cambio de un buen puñado de monedas que servirán para adquirir otro Ferrari de un color diferente, y que tal vez sea la infernal puerta de acceso para un ludópata en potencia, con todo el sufrimiento que eso le va a generar. Él y sus familiares irán directos al calvario en que todo eso se pueda convertir.
No es que sea esta la única vÍa de acceso al problema, y que si se dejara de realizar esta práctica perversa publicitaria el problema fuera a desaparecer. Pero no deja de ser cierto que estas personas tienen que tener un compromiso ético con la sociedad que los mima, y los recompensa en exceso por aquello que hacen.
Sería muy de agradecer el que no se prestaran a esa maquinaria inmunda por el vil metal, que de eso ya tienen algunos más que de sobra.
Las asociaciones contra la ludopatía, que con tantas dificultades luchan para reintegrar a aquellos que ya han caído en las garras del problema, hace ya algún tiempo que vienen advirtiendo de este problema, y hasta ahora parece que predican en el desierto. Y que siempre parece que eso es cosa de otros.
Como decía, tanto estas asociaciones, como las familias de las personas con este problema, como aquellas que van a caer en el futuro en el mismo. En definitiva, toda la sociedad, excepto los casinos online, bien les agradeceríamos ese cambio de postura.
Nos lo deben, se lo deben a aquellas personas y sus familias que hayan pasado, o estén pasando por toda la angustia que esa enfermedad generada les está causando, y a todos sus seguidores y admiradores.