Medallas de epolvo

Vamos bien en los Juegos Olímpicos. Pero dando de cal y de arena. De una más que de otra, seguramente. Mientras que un paisano asturiano gana una medalla por unos centímetros de bicicleta, tenemos otra pava que se ha metido, del verbo meter.

Se ve que ya no vale lo de la guindilla en el culo para correr, del verbo correr.
La nena del pelo de colores que nos ha dejado en ridículo ante tantas naciones, alguna de las cuales posiblemente no sepan lo que es la eritropoyetina o no puedan comprarla, es una más de los que, con una bicicleta bajo el culo, valoran más llegar primero y con las pupilas especialmente dilatadas que llegar segundo pero con dignidad. Ya nos pasó en el Tour, que debe ser una carrera dura y casi todo cuesta arriba, donde a otro listo, paisano también, lo enchiqueraron para que durmiera el colocón, el jodío drogata.

Vaya ejemplo que vamos dando, en el país donde se consume más cocaína de Europa nos daban el contrapunto los deportistas. Vaya que sí ; algunos de ellos diría yo, porque otros deben ser los que se ponen hasta el culo de pastillas los fines de semana y luego se siguen metiendo en los centros de alto rendimiento. Y eso que alguien los utilizó como ejemplo para los jóvenes de nuestra sociedad. Habrá que ir pensando en otros ejemplos porque por los ciclistas es mejor pasar de puntillas. No sé, se puede pensar como ejemplos : en el fantasma de Lorenzo, en el tímido Pedrosa, o en el genial Alonso, gente que lo que más se mete es mucho humo del tubo escape, que no necesita pastillas sino grandes reflejos y muchas ganas de llegar arriba. Espero que sin más inyectables que en la gasolina.

No se si ahora habrá que buscar al listo que le puso en la mano la EPO a la Maribel o al que le pagó el billete sin estar seguro de que no se había metido. Detrás de la catalana hay unos cuantos a los que también deberían poner en la puta calle. Me imagino que aquello debe ser tenso a tope : un tío chino ( por la nacionalidad, digo ) vestido de blanco que puede llamar a tu puerta y te dice: ” me mee usted aquí, por favor , que le ha tocado por sorteo “ . Y va y te toca, como dicta sabiamente la ley de Murphy. Moraleja : no te metas y , si te metes, no vayas.

Entre los que van por España con apellidos rusos, suramericanos u holandeses y los que mandan de vuelta a casa por viciosos o inconscientes, ya que gane alguno con apellido castellano, como el asturiano y alguno más, si el señor lo quiere. Y como no cuesta pedir, de los de natación que no se ahogue ninguno, por dios. Pero el deporte más alejado de la pureza de lo español , lo recuerdo, es el ping pong, donde mandamos a un madrileño, una ucraniana y tres chinos, para que luego digan que despreciamos a los inmigrantes. En boxeo mandamos a un dominicano para que le vayan dando por nuestra cara, o sea, en su cara por nuestra bandera. Eso,eso. Que le den……..medalla.

No creo que sea necesario recordar a Juanito, el alemán aquel , ya talludito, que primero nos admiró y luego nos humilló. La misma historia : no saber perder con dignidad.

Al final van a quedar estupendamente esos jugadores multimillonarios de fútbol, que se ponen ciegos a cubalibres y mojitos en las discotecas. Y encima les critican. Si se los pagan ellos.

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