Los pescadores aguileños viven los momentos más difíciles del sector

Corren malos tiempos para muchos sectores, pero quizás el de la pesca es, en Águilas, uno de los que más están sufriendo la crisis.

Hace diez años eran cientos las familias que vivían del mar, actualmente solo se conocen ocho barcos que salgan al arrastre.
“Concepción y María”, “Efrén”, “Soler Borja”, “Pedro el Cano”, “Hermanos Robles”, “El cucharón” o “Juan y Carmen”, son algunos de los nombres de las embarcaciones aguileñas que salen diariamente a luchar para poder salir adelante, aunque alguno de los marineros que en ellas faenan afirman “Si la cosas sigue como está, seguramente en noviembre estemos todos cobrando el paro”.
Además, afirman sin pudor que el sector de la pesca ya no tiene ningún futuro en Águilas, y para asegurar esto se basan en varios factores claves: la escasez de capturas, el elevado precio del carburante y la medida adoptada por el gobierno regional de no decretar paro biológico este año, a lo que habría que sumar que el período del pasado año de paro biológico aún no se les ha pagado.
Es esta una noticia sin duda bastante triste, ya que Águilas ha sido siempre un pueblo que ha llevado el nombre de sus capturas muy lejos, ya que, como los mismos pescadores afirman: “No existe ninguna gamba que sea mejor que la de Águilas, quizás sí más publicitada, pero no mejor”.
De 21 parejas de gamberos a sólo 8 parejas; de 8 marineros por embarcación a sólo 3, está claro que los trabajadores aguileños tienen que buscar nuevos sectores con los que hacer frente a sus respectivas economías locales, porque la industria de la pesca en Águilas está viviendo, lamentablemente, sus horas más bajas, y no parece tener solución.