Águilas acoge la final del “Veo Veo”

La gala contó con la actuación del conocido cantante Francisco, en calidad de artista invitado

El niño egipcio de tan sólo 9 años, virtuoso del piano y la joven cantante moldava de 15, Cornelia, se erigían en ganadores del primer premio de esta edición del “Veo Veo”, que se celebró en Águilas el pasado lunes en un recinto instalado en las inmediaciones del puerto.

El hecho de compartir el triunfo fue debido a la imposibilidad por parte del jurado de establecer niveles entre ambas pequeñas promesas de los escenarios.
En segundo lugar recibía una beca de estudios el violinista de 11 años, Lucas Benedict Weker, de nacionalidad alemana, mientras que el tercero de los puestos fue para la española Beatriz Gimeno, en la especialidad de gimnasia rítmica.
Por tanto, una velada de emoción y nervios que convocó a centenares de personas en el mencionado recinto, con el objetivo de ser testigos de las impecables actuaciones de los jóvenes finalistas de este concurso que ya se ha convertido en todo un clásico dentro de los eventos nacionales de estas características. Un acontecimiento que nace de la mano de su directora, Teresa Rabal, quien a través de la fundación del mismo nombre que el festival, pretende incentivar y potenciar los futuros “talentos” de los escenarios de todo el planeta.
Por lo demás, cabe citar que la noche de fiesta contó con la actuación estelar del conocido cantante Francisco, a la vez que discurrió en un ambiente donde la calidad y el buen hacer brilló en todas y cada una de las exhibiciones de los artistas que pasaron por las tablas, cual fuera la modalidad de estas promesas del mundo del arte.
El evento, por tanto, se vistió de tintes internacionales, con la consiguiente proyección, de la que hablaron con satisfacción tanto la propia Teresa Rabal, como el alcalde de Águilas, Juan Ramírez, ambos encargados a su vez de hacer entrega de los respectivos premios a los ganadores.
Ahora queda un gran camino por recorrer para estos jóvenes que gracias al concurso se han hecho merecedores de sendas becas de estudios para conseguir de esta manera sus sueños: ser grandes profesionales, cada uno en su disciplina artística. No cabe duda que lo conseguirán, pues ya han demostrado ese talento, que aunque incipiente, se dejó notar, no solamente durante la noche de la final, sino durante todas las fases del “Veo Veo”, que en esta ocasión inundó la localidad aguileña de ilusiones y promesas de futuro para estos niños y otros tantos que tienen igualmente algo que decir dentro de ese maravilloso universo del espectáculo.