Equipamiento adecuado

Por Francisco López Belmonte

Con el tiempo todo cambia, ya que el ser humano es un animal sujeto a la moda, y, como el poder adquisitivo aumenta, muchos no sólo siguen la moda sino que se convierten en “esclavos” de ella. Un ejemplo a estudiar sería el equipo necesario por un estudiante para asistir a clase.

En 1960 el “ajuar escolar” era: Cartera de cuero con libreta, plumier con lápiz, sacapuntas, borrador y lápices de colores, y el libro de ese curso, uno sólo, con algunos dibujos. Para el recreo un bocadillo de verdad, o sea, pan auténtico con sobrasada, salchichón o queso. Se vestía, muchas veces, la ropa heredada del hermano/a mayor, y se calzaba con “colegiales” marrones bien embetunados. Sobre la ropa, a guisa de uniforme, un “guardapolvo” que variaba según el colegio. En los bolsillos los cromos, los caliches o el trompo.

En la actualidad el “ajuar escolar” se compone de: Mochila “de marca”, en cuyo interior, con un peso total de unos quince kilos, se encuentran blocs tamaño folio, de tapa dura, en diferentes colores, cuyas hojas están troqueladas para poder archivar. Un libro de texto por materia, con gran número de gráficos, mapas y fotografías, a todo color, papel satinado y diseño y contenido actualizado cada año. El estuche contiene todo tipo de virguerías. En los múltiples bolsillos de la mochila, objetos de los más variados; no entraremos en detalle. El atuendo del estudiante: Unos vaqueros “tal” y una camiseta “cual”. En un bolsillo, el móvil con todo tipo de sonidos estúpidos y estridentes; al cuello el MP3 con la música del momento, con sus correspondientes auriculares. En otro bolsillo, el “lápiz” de datos para el ordenador, para poder pasarse textos, presentaciones y mil cosas más, y unos cuantos euros para comprarse lo que le apetezca en el recreo. Unas zapatillas, por supuesto de una primera marca, y, bajo el trasero, una moto que haga juego con la personalidad de cada individuo. Sobre la nariz unas gafas de sol y sobre la cabeza el casco correspondiente.

Con este equipazo los jóvenes tienen muchos más conocimientos, estudian muchísimo, obtienen unos resultados óptimos en las clases y su formación cultural y su educación es impresionante. ¿Verdad? Pues no. Penosamente hemos de reconocer que cada vez la formación es peor, a pesar del esfuerzo de los profesores, y que la cantidad ha ido en detrimento de la calidad, una vez más. ¿Son los chicos más felices ahora? Tampoco.

Entonces, ¿Para qué ha servido todo este adelanto? Para esclavizarnos a todos. Nos hemos apartado del camino correcto y hemos perdido de vista lo importante: El interior. La formación ética y espiritual es lo único básico que el ser humano necesita; lo demás es secundario, incluso superfluo. Los mayores somos los responsables de haber “vaciado” de DIOS a esta generación y haberla llenado de cosas inútiles y dañinas. Tendremos que dar cuenta algún día. Salomón escribió: “Dejad las simplezas y vivid y andad por el camino de la inteligencia… el respeto a DIOS es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del santísimo es la inteligencia”. Procura administrar a tus hijos el equipamiento adecuado.

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