Un libro para todos

Parece ser que hay un extraño empeño en confeccionar un libro de historia que valga para toda Europa. Manda huevos…… . Éramos pocos y parió la abuela.

No va a costar trabajo ni nada conseguir un libro que resuma una historia común de Europa, con lo que somos y hemos sido, de puñeteros, entre vecinos y allegados.

Si ya en España cuesta, y finalmente no se consigue, hacer un libro que trate la historia española que le parezca bien a todos, como para hacerlo de toda Europa. Si es aquí, que es más lo que nos une que lo que nos separa como decía aquel, y encima vamos cabreados todo el puñetero día: que si a los catalanes no les gusta lo que dicen los andaluces, que si el reinado de Jaime I sólo lo pueden contar bien los valencianos, que si Castilla es España y Aragón es Cataluña, que si las provincias vascongadas no son España y que si los andaluces valoran la herencia árabe más que los asturianos, que si los murcianos hemos alimentado a España sin apenas agua, en fin, que la solución es salomónica: hacer diecisiete libros de historia y que cada uno la entienda como el director provincial de cultura decida (y unos asesores radicales que valoren más las diferencias que las cercanías, por supuesto). Diecisiete formas de entender una nación. Como para llevarnos bien pasado mañana.

Y ahora, a alguien, se le ocurre que sería bonito que hubiera un libro de texto que hablara de una historia común europea. Si ya se sabe que somos como somos: si a los escoceses les hacen poca gracia algunas partes de la historia de Inglaterra, si a los alemanes no les apetece recordar algunas partes de su historia, y al resto de los europeos del centro, bastante menos. Si a los españoles no nos hace gracia recordar la época pirata de la gran Albión, que tanto nos robó, una vez robado por nosotros en América.

Si a Austria se le van a saltar las lágrimas de recordarse de lo que fueron y no son.
Si Grecia lo va a pasar peor que a Austria. Si Rusia todavía recuerda mal la época de los zares. Si franceses e ingleses no se han llevado bien en la puñetera vida……

Como muestra previa, parece que se ha conseguido hacer un libro de texto común franco-alemán; y, es curioso, se ha empezado a contar la historia desde 1945.

Y es que: vamos a llevarnos bien!!!!!! . Que se han saltado a Carlomagno, oye. Sólo se me ocurre una solución, preguntarle a Benedicto si tenemos raíces comunes como para interpretar que es viable un libro para que los niños europeos crean en una entelequia o se les deje ver la realidad. Seguro que se le ocurre algo original.

O bien, que hagan el libro los suizos, que son los que siempre se han llevado bien con todos (siempre que guardaran la pasta de los idem). O que lo escriban autores judíos, que también encontrarán rasgos comunes en la mayoría de los europeos, y además pueden aprovechar para culparnos a todos de todo.

En fin, demasiados intereses para explicar la historia, demasiados vicios y demasiados odios mantenidos durante siglos como para que salga un libro decente. La mayoría de los libros de historia escritos para aleccionar, como son los de texto, desde primaria hasta la universidad, son perversos por ser orientados a fines concretos por personas con intenciones concretas. Y si no, ahí tenemos, como muestra, todavía cercanos, los libros de texto que leímos durante la dictadura. Ahora nos reímos de los disparates que decían, pero millones de niños, durante 40 años, interpretamos la historia según nos dictaba un degenerado fascista. Muchos libros buscan hacer fieles, idiotas pero fieles.

Así que la historia es algo sagrado que merece ser como dicen que debe ser la religión: para ser enseñada en familia. Y en la confianza de que tu padre no va a convencerte de que el fin de la colonias europeas era sólo educar a los indígenas ni de que el mejor gobierno es la monarquía ni de que los judíos consiguieron en 1947 el derecho divino a usurpar tierra árabe.