La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) achaca los altos precios de los alimentos a la «especulación»

El incremento de precios pagados por los consumidores no se traduce en más renta para agricultores y ganaderos

En una valoración del transcurso del año agrario cuando se cumplen los dos primeros cuatrimestres, UPA-Murcia afirma que el incremento de precios pagados por los consumidores por los productos alimentarios y que se reflejan en la evolución del IPC no han supuesto más renta para agricultores y ganaderos, que han afrontado fuertes incrementos de costes y sufrido caídas de producción por la meteorología.

En este sentido,  los altos precios que pagan los consumidores no se pueden achacar a esta situación sino a la «especulación». «El aceite , por ejemplo, no está hoy en manos de los productores sino en las de las almazaras y los envasadores. Esos altos precios no se están transformando en ingresos extraordinarios para los agricultores, que no intervienen en el precio final de venta al público», apuntó Marcos Alarcón, secretario general de UPA.

La organización agraria señala que la escalada de precios iniciada en la segunda mitad de 2021 de diversos imputs necesarios para las producciones agrícolas y ganaderas (abonos, fitosanitarios, piensos, plásticos, embalajes, etc.) se ha incrementado exponencialmente durante 2022, sobre todo a partir del conflicto bélico desatado en Ucrania que ha hecho que carburantes y electricidad alcancen precios desconocidos hasta la fecha. Todo ello ha provocado una subida generalizada de los costes de producción que soportan agricultores y ganaderos.

“Aún reconociendo que las medidas adoptadas por el Gobierno de España han amortiguado en parte los costes de electricidad y carburantes, los precios que pagan hoy agricultores y ganaderos son notablemente más altos, hasta el doble por el gasóil agrícola y el triple por la electricidad” declara Marcos Alarcón, Secretario General de UPA-Murcia.

“Reconocer el esfuerzo presupuestario realizado por el Gobierno de España para conceder ayudas directas, dirigidas fundamentalmente a lo sectores ganaderos, no impide señalar que en la mayoría de los casos sólo han servido para compensar el sobrecoste de pienso de un mes” apunta Marcos Alarcón, quien lamenta que el Gobierno Regional no haya realizado un mínimo esfuerzo para complementar las medidas estatales o apoyar a los sectores no incluidos en ellas.

UPA-Murcia se congratula de que durante este 2022 (hasta ahora) la disponibilidad de agua, condicionada eso sí por su alto coste, no haya sido un factor limitante para la actividad agrícola, pero señala la incertidumbre que ya se cierne tanto para los regadíos dependientes del Trasvase como de la Cuenca del Segura por los efectos del actual periodo de sequía.

Ante ello, que la posibilidad de trasvasar agua dependa sólo de las existencias en cabecera del Tajo y no de nuevas normas que los reduzcan de forma injustificada resulta esencial de cara a la aprobación de los nuevos Planes de Cuenca que se producirá antes de que finalice el año; así como extender los apoyos al precio del agua desalada para el regadío, indispensables para la viabilidad de las explotaciones agrarias familiares profesionales y los pequeños y medianos agricultores.

La evaluación de UPA-Murcia respecto a algunos de los sectores más representativos durante lo que llevamos de 2022 es la siguiente:

Fruta de Hueso

Se mantiene la reducción de superficie regional dedicada al cultivo, que se sitúa en 22.100 Has (13% inferior a la de 2017), en línea con el descenso de superficie a nivel nacional (-10%). La caída de superficie en Italia asciende al 14% y en Francia al 50%.

La producción nacional asciende a unas 900.000 Tm, habiendo sufrido una disminución del 40% como consecuencia de las fuertes heladas del mes de marzo que afectaron a la producción de Aragón y Cataluña, mientras que en la Región de Murcia, con un potencial productivo de 370.000 Tm. y una estimación de cosecha de 315.500 Tm. (-14%), las lluvias de marzo y abril y los eventos de pedrisco en distintas zonas productoras indican una reducción final de la producción cercana al 30%, por pérdida de cosecha y disminución de calibres.

Las primeras liquidaciones a los agricultores apuntan a una ligera subida de precios, que no compensa el incremento de costes y la caída de producción por hectárea, por lo que se reduce el margen de renta de muchos productores que, en algunos casos, suponen pérdidas en esta campaña.

Hortalizas

Desarrollo aceptable de la campaña hasta febrero-marzo de 2022, momento a partir del cual se disparan aún más los costes de producción y los efectos de las lluvias afectan a la calidad de las producciones, lo que provoca un mal final de campaña de hortalizas de otoño-invierno.

En estos momentos se están iniciando las plantaciones para la próxima campaña con fuertes incertidumbres debido a los elevados costes que se han asentado en todos los inputs y la disponibilidad de agua para el próximo año hidrológico, dado que la producción se concentra especialmente en zonas regables del Trasvase Tajo-Segura.

Melón y Sandía

Inicio de campaña tardío debido a las lluvias de primavera que provocaron la pérdida y posterior replantación de un número importante de plantaciones y caídas de producción por Ha. del 30%.

Consecuencia de ello la campaña arranca con escasez de producto para abastecer a los mercados y un incremento de precios, en ningún caso desorbitado puesto que en el mes de junio los precios de salida de central hortofrutícola se situaban en el entorno de los 0’5 €/Kg., produciéndose una caída de precios en julio al incorporarse al mercado la producción de Castilla-La Mancha, remontando nuevamente en agosto, aunque en un momento de bajas producciones.

Si bien los precios/Kg. al agricultor serán superiores a los del año pasado, la renta por explotación cae en picado como consecuencia del incremento de costes y la disminución de rendimientos por hectárea.

Uva para vinificación

En estos momentos se está iniciando la vendimia, fundamentalmente con las uvas blancas. Se espera una uva de gran calidad, aunque con caídas de producción en torno al 20% consecuencia de la falta de lluvias en los últimos meses, al igual que en el resto de zonas productoras. Se estima que la producción a nivel estatal se quede en torno a los 36.000.000 Hl., salvo que se produzcan precipitaciones en las regiones que vendimian más tarde y ello aumente el tamaño y peso de la uva.

UPA ha recomendado a las bodegas la utilización del contrato-tipo homologado por el MAPA para la compra de uva para vinificación y realiza una campaña de vigilancia del cumplimiento de la Ley para la Mejora de la Cadena Alimentaria.

Frutos Secos

Las heladas de inicio de año y las enfermedades fúngicas derivadas de las lluvias posteriores (con picos de hasta 900 l/m2 en alguna zona productora) han provocado una reducción de la producción estimada en un 50% respecto al potencial productivo. En estos momentos se inicia la recolección sin cotizaciones de precios.

Limón

La campaña 2021/22 se ha desarrollado de forma complicada y los precios percibidos por los productores no han estado en consonancia con la producción existente en España.

En el arranque de la campaña coincidieron restos de envíos de países terceros con el inicio de la recolección de limón Fino, provocando precios bajos que no se correspondían con la producción. A partir de diciembre se produce una reactivación de los mercados de exportación para limón español e incremento de las recolecciones, pero en estas fechas la campaña de fino ya estaba hundida.

La campaña de limón Verna en primavera mantiene cotizaciones superiores, pero se trata de una campaña corta por el descenso de producción.

De cara a la campaña 2022-23, que se inicia próximamente con una caída de producción según las estimaciones de cosecha, UPA sigue reclamando la aplicación del principio de reciprocidad en las relaciones entre la UE y países terceros, el incremento de controles en frontera y la obligatoriedad de tratamientos en frío para las entradas de producción procedente de países terceros con riesgo sanitario.

Sectores Ganaderos

Han resultado ser los grandes perjudicados del escenario internacional que estamos atravesando, ya que vienen soportando ininterrumpidamente los incrementos de costes de electricidad y combustibles de los que son muy dependientes y los altos precios de cereales y piensos.

La mayoría de los ganaderos encuentran instalados en una espiral de pérdidas económicas, siendo urgente que se produzca inmediatamente un incremento de los precios que perciben por sus producciones.

Se están produciendo los primeros casos de cierre de explotaciones derivados de esta crisis y es especialmente paradigmática la situación de los avicultores de la Región, que han visto como en las últimas semanas se ha incrementado el precio de la carne de pollo en los puntos de venta sin que las integradoras hayan revisado al alza la compensación a los ganaderos.

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