Nuestro, de verdad, no era

Nuevamente parece que preferimos un buen pleito que un mal acuerdo. Al revés de lo que dice claramente el dicho popular, compendio del saber de tantas generaciones a lo largo de lo que la historia ha sido.

Ahora, la sra. ministra ha decidido demandar a los que chorizaron el medio millón de monedas de oro y plata de un barco, muy probablemente español. Aunque el pleito es lo más socorrido para salvar la dignidad herida por un avasallador, que entre en tu casa, te roba lo que era de tus tatarabuelos y se lo lleva a su país, debe haber otras soluciones más operativas, aunque curen más peor la dignidad. Tenemos tanta historia que nos queda dignidad para chulearnos de quien no sabe lo que es eso.

Un acuerdo con los norteamericanos del Odyssey , la empresa que se dedica a chorizar lo que era de otros, para que nos devuelvan tanta moneda va a ser difícil, a no ser que se haga eso de una para ti, una para mí, tratar con un ciego y echarle manos a las más doradas. Un tribunal apenas le mete mano a un norteamericano, como se puede ver en el caso del periodista español matado en Bagdad.

Los itinerarios de los barcos españoles del XVI y del XVII están tan documentados, los rutinarios y los que fueron extraordinarios, que sólo hay que seguir la pista y allí donde se hundieron, meter un modernísimo submarino en el océano y echarle la zarpa a la pasta. También es posible que los norteamericanos le respondan a la ministra : “ haberlo hecho tú, que cuentas con más fondos que nosotros…..” . Y ahí tienen razón, porque la mitad de la pasta que se han gastado en hacer una agresiva ampliación del Prado que no gusta a la mayoría, podría haber sufragado un submarino para recuperar lo que es nuestro, ante de que lleguen ellos. Bueno, tampoco era nuestro del todo, pero como los peruanos no parecen tener interés en reclamar, pues nos lo quedamos, por defecto.

También contamos con la pasta que se ahorró Trillo en contratar aviones baratos con pilotos malos para traer soldados de las misiones de paz. Que esa pasta está ahí, oye, que nadie la ha reutilizado. Creo.

El caso es que los de la compañía choricera dicen en su página web : www.shipwreck.net, que piensan volver al lugar de los hechos ya que, oye, les ha ido muy bien, y nadie les molesta, ni nadie tiene un batiscafo tan hábil metiendo las manos en las carteras.

Se sabía de todos sus movimientos en las primeras 24 millas desde Tarifa, pero luego se pierden, o apagan el sistema de localización; el caso es que la guardia civil intuye lo que están haciendo pero no pueden hacer nada porque no están seguros de que estén en aguas españolas. Y es que “ a río revuelto….. “, ganancias para el Odyssey. Ahora parece que la Guardia Civil les va a echar mano : “a ver los papeles del barco, ¿llevan los extintores de Co2 y las guíndolas que marca la ley?, se me pongan en fila y agomiten lo que nos han robado….” .

Con el mismo sistema de control de las aguas territoriales, localizamos las pateras cuando ya están en la playa, desembarcando, parece ser.
¿Fin de la historia ?: no, parece que le queda hilo a la cometa, o mucho cabo al submarino. Pero siempre nos queda la posibilidad de comprarles a los norteamericanos, por internet, la réplica de una moneda engarzada en oro a 260.- dólares la pieza.

A ver si el estado hace una derrama y nos traemos, de paso, el palacio de Vélez Blanco, que también se nos llevaron.

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